¿Qué es la cetosis en una dieta?
¿Qué es la Cetosis?
Cuando se cambia la alimentación haciendo del macronutriente principal la proteína, al tiempo que se reduce el consumo de hidratos de carbono y grasas, ocurre en nuestro organismo un cambio metabólico denominado cetosis. Este cambio metabólico obliga al cuerpo a quemar los depósitos de grasas como fuente energética, liberando así cuerpos cetónicos (deshechos de las grasas).
Este tipo de alimentación nos proporciona diversos beneficios;
* Preservación de masa muscular gracias al aporte proteico
* Rápida pérdida de peso al consumir los depósitos grasos del organismo
* Mejora del perfil lipídico, ya que reduce los niveles de triglicéridos y del colesterol total
* Promueve la ausencia del hambre causando saciedad
* Mejora de la tensión arterial
Normalmente, la cetosis aparece en un par de días desde el inicio de la dieta cetogénica. Los efectos que se pueden notar en un organismo que se encuentra en cetosis son, por ejemplo, tener dolor de cabeza los primeros días, sensación de sed todo el tiempo, orinar con frecuencia o padecer estreñimiento.
Para mantener el estado cetónico, es muy importante tener controlada la cantidad de hidratos de carbono que se toman, ya que se puede llegar a romper este estado con una dosis muy pequeña de azúcar ingerido.
Existe una amplia gama de alimentos y recomendaciones que te ayudaran a llevar bien el control de los azúcares:
- Sucralosa, estevia o aspartamo como edulcorantes.
- Infusiones no afrutadas ni aromatizadas.
- Café 100% natural (ni torrefacto, ni mezcla, ni soluble).
- Consumir preferentemente verduras de bajo aporte en hidratos de carbono, como setas, champiñones, espárragos, verduras de hoja verde, pepino o pepinillos.
- Elegir aliños como vinagre de vino, zumo de limón natural, mostaza de Dijon, salsa de soja “tamari”, cualquier especia y planta aromática deshidrata o en polvo o pimentón.
También hay que tener en cuenta que, bajo este tipo de alimentación, la actividad física debe ser de una intensidad moderada: caminar 2-3 horas a la semana y evitar tener vida sedentaria, todo de una manera suave y que te permita mantener una conversación durante el esfuerzo.
Siempre, para este tipo de programas de alimentación, es necesario un control médico o de personal cualificado.