Las grasas en la alimentación - Essential Diet
Las grasas son nutrientes que se obtienen de la alimentación. El consumo de grasas es recomendable en una dieta saludable, pero en exceso pueden resultar perjudiciales, sobre todo cuando se trata de ácidos grasos de poco interés nutricional, como es el caso de algunas grasas saturadas y de ácidos grasos trans.
La grasa es una fuente de energía que empieza a utilizarse cuando el organismo consume la energía proveniente de los hidratos de carbono. Por ejemplo, si se realiza una rutina de ejercicio físico aeróbico, durante los primeros 20 min de ejercicio es normal que se consuman las calorías de los carbohidratos almacenados en forma de glucógeno. Después de este tiempo, entran en juego las reservas lipídicas o grasas.
Las grasas obtenidas de algunos alimentos aportan a nuestro organismo ácidos grasos esenciales como el linoleico y linolenico. Se denominan esenciales por que el cuerpo no es capaz de generarlos por sí solo, por lo que se recomienda obtenerlos de la alimentación.
Existen varios tipos de grasas:
- Saturadas: consumidas en exceso pueden elevan el nivel de colesterol LDL (el más perjudicial), que interviene en el deterior del el estado del sistema cardiovascular. Se recomienda su consumo de forma moderada. Los alimentos que las contienen son, sobre todo, los de origen animal (embutidos, mantequilla, quesos grasos, etc.) Algunos aceites vegetales también contienen grasas saturadas (coco y palma).
- Insaturadas: consumir este tipo de grasas disminuye el colesterol LDL ye incrementa la versión más saludable del colesterol (HDL). Existen dos tipos:
- Trans: se obtienen de la hidrogenación de la grasa vegetal y es una práctica muy extendida en la industria alimentaria, puesto que su obtención es muy barata. Este tipo de grasas es aún más perjudicial que las saturadas, provocando aumento del colesterol LDL y disminución del HDL. Se encuentra en alimentos ultraprocesados como algunas galletas, bollería industrial, snacks, salchichas, productos listos para tomar, margarinas, etc.
Es importante prestar atención a los etiquetados y desconfiar de productos que sean “bajos en grasas” o “vegetales”, ya que muchas veces en ellos predominan grasas de peor valor nutricional y más perjudiciales, en general.
Una alimentación equilibrada es aquella en la que predominaran las verduras y hortalizas, frutas, hidratos de carbono de grano entero (integrales), legumbres, frutos secos y pescados. Es importante limitar el consumo a anecdótico de los productos ultraprocesados que contiene grandes cantidades de grasas.