Reflujo gastroesofágico - Essential Diet
El reflujo gastroesofágico es una afección del sistema digestivo en la que el contenido del estómago vuelve hacia el esófago. Este retorno puede provocar irritación y causar acidez gástrica, entre otros síntomas. En una situación normal, el alimento pasa desde la garganta hasta el estómago a través del esófago. Un anillo de fibras musculares en la parte inferior del esófago, llamado cardias, impide que el alimento deglutido vuelva a subir.
No obstante, cuando se padece reflujo gastroesofágico, el anillo muscular no se cierra adecuadamente, provocando que los contenidos del estómago puedan volver hacia el esófago. Existen una serie de recomendaciones para evitar o disminuir este fenómeno. En primer lugar, es importante tener en cuenta la alimentación. Existen alimentos que pueden provocar que el reflujo sea mayor y más molesto. Entre los alimentos a evitar o disminuir el consumo, están:
- Bollería, repostería y pastelería, especialmente de origen industrial.
- Embutidos y otras carnes grasas.
- Lácteos enteros y azucarados.
- Huevos fritos.
- Azúcares en general, como los que contiene el chocolate y demás postres dulces.
- Bebidas que contengan alcohol, bebidas gaseosas (ya que provocan flatulencias), refrescos carbonatados, y zumos ácidos y azucarados.
- Café o té, que pueden provocar pirosis o acidez estomacal, provocando una irritación en la mucosa del estómago
- Frutas cítricas, como la naranja, la mandarina, el limón o el kiwi.
- Verduras ácidas, como el tomate y el pimiento.
- Salsas, especias y alimentos picantes.
- Comidas muy condimentadas.
Las dietas diseñadas para evitar el reflujo son fáciles de seguir, ya que en ellas se pueden incluir todos los grupos de alimentos, teniendo en cuenta las restricciones anteriores. Existen alimentos cuyo incremento en la frecuencia de consumo es interesante para mitigar el reflujo, como es el caso de los lácteos desnatados (leche, yogur, queso fresco, etc.).
Dentro de las frutas más aconsejables están las manzanas, los melones, las fresas, los plátanos y las peras. Las carnes que mejor resultado tienen en caso de reflujo son aquellas con baja proporción grasa, como el pollo y el pavo. El pescado, especialmente los pescados blancos (pescadilla, merluza, bacalao, gallo etc.), es fundamental para aumentar las probabilidades de éxito del plan dietético. Sería también recomendable promover el consumo de bebidas descafeinadas, jugos que no sean cítricos y agua. En personas, que no toleren las frutas cítricas, habría que valorar la suplementación de ciertas vitaminas como la C.
Otras recomendaciones útiles para evitar los síntomas del reflujo son:
- Evitar el tabaco, ya que la nicotina relaja el cardias, responsable del no retorno del alimento.
- Evitar ropa ajustada o realizar movimientos como agacharse después de comer.
- Evitar los chicles, ya que aumentan la cantidad de aire ingerido, incrementando el reflujo.
- No acostarse inmediatamente después de comer, por lo que se recomienda cenar pronto para que pasen, al menos, 2 horas entre la cena y la hora de acostarse.
- Si se padece de reflujo gástrico durante la madrugada, una pauta a seguir es elevar la cabecera de la cama, para permitir que la gravedad ayude a mantener el ácido en el estómago, evitando ardores y atragantamientos.
- Es recomendable comer con más frecuencia y en pequeñas cantidades, masticando lentamente, para que la digestión se produzca correctamente.